Sesión privada N° 192 con Lucyna Łobos-Brown, realizada por canalización telepática. Brzeziny, Polonia, 16 de febrero del año 2014.
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A las preguntas de Aggeusz responde el PROTECTOR ESPIRITUAL de la TIERRA EN-KI a través de Lucyna Łobos-Brown.
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El lugar mencionado, en el que se llevó a cabo la sesión misma, es ficticio; así como también fue cambiado a Aggeusz el nombre de la persona que hizo las preguntas.
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EN-KI: Vamos a empezar, como maratón, entonces maratón. Aggeusz, ¿qué es lo que te trae a la sesión personal? Escucho.
Aggeusz: Te doy la bienvenida. Estoy muy contento de poder estar aquí de nuevo, te doy las gracias por ello. Me alegro de estar entre las personas que me entienden y yo a ellas. Lo digo así porque sobre Dios casi no tengo con quién platicar. Me alegro porque ya estaba ansioso por otra reunión contigo. Después de la última reunión me sentí tan bien, es decir que me sentí como si yo hubiera “abrazado las piernas” al Señor Dios.
EN-KI: Puedes abrazar, Aggeusz. Así que escucho tu pregunta y de pronto surge esta reflexión – después de todo aquellos, los que te rodean andan a la iglesia y pues, ¿que no está Dios ahí para ellos? Pues ni quieren escuchar lo que tú tienes que decir acerca de Dios y eso es triste y eso es una lástima, pero no importa. Te escucho.
Aggeusz: Voy a seguir leyendo lo que tenía que leer, lo que he preparado para ti. Tendría una petición ¿podríamos reunirnos más a menudo? Yo no quiero fatigar demasiado a la señora Lucyna, pero cuando me acuesto en la noche y hablo, y te hablo a ti, entonces tengo esperanza que tienes tiempo y que me puedes oír.
EN-KI: Por supuesto, Aggeusz. Siempre cuando soy invocado con fe vengo, claro que oigo. Y si tú te silenciaras mucho, entonces también escucharías mi respuesta y de tal manera, ya la forma telepática, nosotros podríamos comunicarnos entre sí. Sólo que para tal certeza, comprobación de vez en cuando, se podría utilizar un intermediario, es decir de la médium; de Lucyna. Sigo escuchando.
Aggeusz: Muchas gracias. Voy a volver a la primera respuesta. Mencionaste que estas personas van a la iglesia. Pues, precisamente, van a la iglesia, sólo que lo que ellas escuchan en la iglesia, y lo que yo digo, entonces son dos mundos diferentes, ¿cierto?
EN-KI: Y un solo Dios, Aggeuszu.
Aggeusz: Sólo que ellos a éste Dios lo ven y lo entienden de manera completamente diferente.
EN-KI: Eso es correcto, completamente diferente. Le temen a Dios porque así fueron criados, así fueron entrenados por los sacerdotes, que a Dios hay que temer, que Dios castiga, y Dios de ningún modo castiga. Si alguien cree, sinceramente cree, confía, no hay ningún castigo. El castigo fue inventado por los sacerdotes para que a la humanidad, Aggeusz, se le mantenga a raya y además bajo una correa muy corta. Escucho.
Aggeusz: Siempre decías, EN-KI que el silencio es oro, ¿cierto? Que no es necesario tratar de convencer, pues… pero quisiera que me sugirieras algo a mí, porque se trata de mi esposa. A las personas extrañas les puedo mencionar algo cuando siento que hay algún buen terreno y puedo seguir adelante, pero con mi esposa me gustaría un poquito que ella creyera más, porque todavía tiene dudas de que yo pueda hablar con el Espíritu Santo, pues porque hay tales cardenales en el mundo y otras personas en el centro de atención, ¿y por qué precisamente yo? – porque eso no puede ser verdad.
EN-KI: Bien, Aggeusz, entonces por qué – dime en este caso – esa gente, la gente sencilla como Bernadette, la que tuvo un contacto, no sólo con la Madre María, pero también con Dios… Oh, de otra manera voy a preguntar y también le puedes preguntar al respecto a tu esposa. El libro “Conversaciones con Dios”…
Aggeusz: Lo compré.
EN-KI: Bien. ¿Y sabes quién fue el autor del libro?
Aggeusz: Decías que era un alcohólico crónico.
EN-KI: Un alcohólico crónico, sí – y de una persona así Dios debería mantenerse muy lejos porque después de todo tiene al Papa, tiene cardenales, ¿no es así? – y de ellos precisamente se mantiene lejos, presuntuosos, grandes, que no conocen la palabra humildad y que no saben lo que significa la palabra amor al prójimo. Y Dios habló con un alcohólico, a quien además lo sacó del alcoholismo. Por eso Dios no ve en una persona la grandeza, la cual ganó a través de las enseñanzas, o de cualquier otra manera, pero Dios ve los corazones humanos y por eso precisamente Dios volvió sus ojos hacia ti. Y tal vez a través de tu esposa, Aggeusz, hablan los celos, ¿por qué tú y no ella? Yo te aconsejaré algo porque hay curiosidad en tu esposa, sólo que no quiere mostrártela – después de todo tú puedes tal grabación, incluso la sesión de hoy, (aquí no tenemos nada que esconder ante ella), casualmente dejarla. Tú mismo de hecho te retiras de tal manera para que ella tuviera tiempo de escucharla. ¿Entiendes?
Aggeusz: Sí.
EN-KI: No persuadir diciendo – escúchalo porque es bueno. No digas nada, sólo déjala y de esta manera vas a ganar a tu esposa, ganarás su fe, porque después de todo este Dios a Quién ella conoce de la iglesia y a Quién tú conociste, entonces es Uno y Él Mismo, y yo sin embargo soy sólo SU HIJO, así como tú eres hijo de Dios, como también ella es una hija de Dios. Y el hecho de que se haya hecho de mi al Espíritu Santo, pues – y bien, porque al menos la religión católica tiene la Trinidad, no quisieron pronunciar mi nombre, pero está bien así como es. También yo platico en su mayoría con la gente sencilla, Aggeusz, muy sencilla. De los científicos presuntuosos me mantengo lejos porque no sé encontrar un lenguaje común con ellos, aunque yo mismo fui un científico y eso, y eso que un muy gran científico, porque hacer tal milagro en la Tierra, sólo fueron capaces los científicos, es decir los genetistas. Y los ingenieros genetistas que llegaron, los microbiólogos que trabajaban también en el perfeccionamiento de los seres humanos. Una gran cantidad de trabajo hemos puesto aquí en la Tierra. Te escucho.
Aggeusz: Tengo la siguiente pregunta, EN-KI. Gracias. Si nos recorriéramos al futuro, ¿qué va a pasar con mi vida? Se trata de una migajita del secreto, ¿podrías aunque sea revelarme cómo seguirá siendo mi vida?
EN-KI: ¿A cuál futuro te refieres, Aggeusz?
Aggeusz: Así en general, ¿qué voy a hacer en la Tierra, yo; yo y mi familia? ¿Qué voy a hacer, cómo va a ser mi vida?
EN-KI: Bien, entonces te lo diré así. No prometo que para ustedes va a ser súper fácil en estos dos años, es decir el año decimocuarto y el decimoquinto. Aquí les puede ser difícil, pero no tan difícil que no se pueda aguantar, nosotros ayudaremos. Aggeusz, ya digamos el año decimosexto, te vas ocupar de ayudar, de ayudar a aquellos que van a sobrevivir este período difícil. La gente va a estar en un enorme, gran caos. Los jóvenes no van a saber cómo encontrar su camino en la vida, hay que mostrarles la dirección. Y aquí te propondría, a ti, Aggeusz, para que tus pasos los dirijas hacía los jóvenes, es decir que te espera el trabajo con los jóvenes, pero sólo apenas a partir del año decimosexto. ¿Entiendes?
Aggeusz: Pues, no del todo, porque dirijo un restaurante, siempre me he ocupado del trabajo. El trabajo con los jóvenes es algo como…, no sé, ¿didáctica, profesor?
EN-KI: No necesariamente, se tiene que conciliar uno con otro y el restaurante, por ejemplo: en el deporte, adonde vas a agrupar a los jóvenes, ya sea en fútbol, ya sea en otro tipo de deporte. Vas a tener; aquí se trata de otra cosa, Aggeusz, de que tu energía, tu fe, la cual se va a reforzar, inyectársela precisamente a esos jóvenes alevines. ¿Entiendes ahora?
Aggeusz: Entiendo que aquí se trata de una escuela como tal, entiendo…
EN-KI: No.
Aggeusz: Sólo se trata de juntar gente alrededor de uno.
EN-KI: Y por supuesto, tienes estas posibilidades de agrupar a personas, a los jóvenes, incluso en el restaurante. Organizar reuniones una vez por semana, interesarlos con un tipo de disciplina. Después transferirlo a un plano físico, puede ser carreras, la pelota, eso ya va a depender de ti. Por ejemplo, ¿qué te gusta en el deporte?
Aggeusz: Me gustan mucho los deportes. El surfing me gusta mucho, me gusta salir al agua, al mar.
EN-KI: Todo se puede organizar y en esto te vas a ocupar. El restaurante va a ser tu pan así de cada día, ¿nos entendemos?
Aggeusz: Nos entendemos, sí. Me alegro.
EN-KI: Sigo escuchando.
Aggeusz: Tengo una pregunta todavía para ti, Amado EN-KI, se trata de mis hijos, tienen novias. Uno tiene una buena muchacha y también el segundo, pues y así, ¿ellas son buenas muchachas para ellos?
EN-KI: ¿Tienes dudas, Aggeusz?
Aggeusz: Más bien no, es así que sólo quiero asegurarme. Más bien no tengo dudas, largo tiempo están juntos y a mí me parece que encajan entre sí. Estas son dos parejas diferentes, pero encajan. Así me parece.
EN-KI: Entonces observa así de lado, con tu ojo masculino, pero no interfieras.
Aggeusz: No.
EN-KI: Estos jóvenes, si van a estar toda la vida juntos, Aggeusz, el tiempo lo dirá. Y el hecho de que la gente empiece a cambiar y su forma de pensar también se cambiará, entonces es muy probablemente que estén juntos. Escucho.
Aggeusz: Ahora tengo una pregunta de carácter financiero. Me gustaría que me aconsejaras, porque voy a necesitar un impreso de la transferencia para realizar el adoquín. Éste será necesario para recibir esta subvención, de la que te preguntaba. Yo por el adoquín ya pagué, pero en la oficina se necesita precisamente el impreso de la transferencia y debo realizarlo, a este Señor Kowalski. Y él me tiene que devolver después el dinero. ¿Puedo creerle que me va a devolver el dinero?
EN-KI: ¿Y tienes otra salida?
Aggeusz: No mucho.
EN-KI: Entonces pues ya puedes a este alguien programar, Aggeusz. ¿Sabes en qué consiste esta programación?
Aggeusz: Pues, no mucho.
EN-KI: Pues, entonces te explicaré. He aquí, mentalmente le mandarás esta energía, tales palabras: Me devolverás el dinero, mi dinero pronto volverá a mí. No de duda, ¿si me lo va a devolver?
Aggeusz: Sí.
EN-KI: Solo así, como si ya tuvieras el dinero en tu casa. Esto se llama “El poder de la Programación”, además, Aggeusz, cuando te reúnas con él, entonces te propongo que le pongas el Brazalete.
Aggeusz: Entiendo, lo intentaré.
EN-KI: Porque de esta manera nosotros vamos a interceptarlo, vamos a tener sobre él la custodia, el poder y también le vamos a susurrar al oído, que tiene que rendir cuentas, que tiene que devolver lo que no es suyo. Si tú nos ayudas, entonces nosotros te ayudaremos también. Escucho.
Aggeusz: Entiendo. Tengo todavía otra pregunta de carácter financiero, porque voy a necesitar comprarme un auto, tal vez en el verano, porque cuando mi hijo se lleve el coche, entonces se quedará sólo uno en la casa. ¿Tengo que comprarlo a crédito, o de contado igual?
EN-KI: Un contador yo no soy, no sé mucho de esto. Pienso que dentro de poco y estos bancos también tendrán porcentajes lógicos, cuando no le arrancarán la piel a las personas. Se puede y al contado, pero entonces lo das todo de una vez, y en cuotas se alarga en el tiempo y además pierdes todavía aún más dinero, y qué lástima. Debes decidir por ti solo qué es mejor, si dejar que el banco gane mucho dinero en este porcentaje, o mejor no dejar que el banco gane y comprar al contado. Escucho.
Aggeusz: Tengo todavía una pregunta. Con mi esposa hablaba respecto a este tema, y pues con el sacerdote cuando vino a la visita-colecta a mi casa. ¿Por qué sólo los sacerdotes son exorcistas?
EN-KI: No solamente, ellos se pusieron a sí mismos la etiqueta “yo soy un exorcista”, y así en verdad lo que ellos hacen entonces hace más daño que ayuda. Nunca, Aggeusz, a la fuerza vas a expulsar a un espíritu, siempre con tal espíritu hay que establecer un diálogo, y un diálogo consiste en que le preguntas cómo le puedes ayudar, qué petición tienes que cumplir para este espíritu. Es decir una conversación de grado muy amistoso y entonces en un cien por ciento esas almas se van, y cuando el sacerdote hace un exorcismo, entonces puede que se logre que abandone a tal desafortunado, pero se va a ir a otro.
Aggeusz: Sí.
EN-KI: Ellos hacen mucho, mucho mal y todavía se aferran a ello y no quieren admitir lo que es peor. Los exorcismos de causa verdadera, si se le puede llamar exorcismo, porque yo lo llamo acompañar hacia la luz a estas almas errantes o perdidas en algún lugar; pero las personas comunes, Aggeusz, lo hacen de una manera completamente diferente, a través de la conversación y eso es bueno. Escucho.
Aggeusz: Gracias. Así que voy a regresar todavía a lo de este auto, porque hablando así sinceramente, porque solo sinceramente puedo hablar, entonces pensaba cogerlo a crédito, porque si los bancos van a caer, entonces mi auto se me va a quedar. No habrá a quién pagarle.
EN-KI: También tienes razón, solo tendrías que elegir un banco así que fuera más pequeño, dónde hay garantía que va a caer en primer lugar. Porque los grandes bancos, sin embargo todavía se apoyan mutuamente y tan rápidamente puede suceder que no caigan, así que busca el más pequeño posible.
Aggeusz: Bueno, pero dices, que no me preocupe por mi deuda que tengo últimamente, pero tengo la deuda en un banco grande.
EN-KI: Ni modo. En ese entonces todavía no me conocías.
Aggeusz: Sí – no, no, no.
EN-KI: Escucho.
Aggeusz: Tengo una pregunta, la Limpieza será por la Madre Naturaleza y la Limpieza continúa, pero además de esto ¿va a haber también una Limpieza por algún así denominado Ejército Angélico? ¿Cómo podría ser esto físicamente?
EN-KI: Ataques al corazón, accidentes, eso exactamente será la Limpieza. Un aumentado número de muertes por cáncer, por ejemplo de mama o en general por otro tipo de cáncer, porque no hay otra posibilidad. Accidentes de tráfico, un aumentado número de terremotos donde más gente morirá. Esa precisamente es la ayuda de los Ejércitos Angelicales a la Madre Naturaleza. Escucho.
Aggeusz: Tengo la siguiente pregunta, gracias. ¿Por qué tiene que haber una Limpieza, si Dios dio a la gente la libre voluntad? Tengo que entender que la Limpieza simplemente – ¿es nuestra elección?
EN-KI: No, no del todo. Dios dio la razón, la libre voluntad para decidir sobre sí mismos, sobre la Tierra y mira Aggeusz, a qué llegó la gente por ni más ni menos que dos mil años. A una Tierra destruida, a la mutua destrucción. ¿Todavía Dios tiene que seguir mirando esto? ¿Qué piensas?
Aggeusz: Pues, no hay mucho que ver.
EN-KI: Aquellos, los que tienen el signo de la vida, con calma – no tienen de que tener miedo. Aunque también tienen que mantener las emociones bajo control y no pensar bajo el principio: tengo protección, recibo el cuidado, entonces ya nada me amenaza, pues entonces que se divierta el alma. Así no – se necesita también recordar a quién le agradeces el cuidado y la ayuda. Dos mil años, Aggeusz, pienso que fue más que suficiente para que la gente entendiera su comportamiento. Y así precisamente fue, dos mil años recibió la gente. Escucho.
Aggeusz: Eso significa que el mundo, así dentro de esos dos años se va a cambiar mucho, ya así tan hermoso será todo…
EN-KI: No, para nada. La Tierra para ello tiene mil años, esto es mucho tiempo. Apenas dentro de menos de mil años, la Tierra se va a cambiar y a limpiar sucesivamente, pero esto no puede ser a lo largo de dos años. Estos dos años serán difíciles precisamente para la Tierra y para la gente también, porque va a sentir los efectos de lo que la Madre Naturaleza está preparando. Escucho.
Aggeusz: También gracias de nuevo por este libro que he leído – “Conversaciones con Dios”. Después de leer este libro simplemente vivo con más ligereza, de manera diferente me enfoco a ciertos asuntos en la Tierra y lo veo de otra manera. Personalmente me siento mejor, sólo que simplemente, pues digo como digo, no tengo simplemente con quién hablar sobre esto. Yo no tengo un entorno con quién compartirlo. Así como mencionaste: todo, todo el mundo piensa de manera diferente, ¿Verdad que no estoy equivocado?
EN-KI: Que opinen, Aggeusz, y tú mantente en lo tuyo y vas a ver quién va a salir mejor en ello: si aquellos los que se burlan hoy de tus palabras, o tú que vas a guardar fidelidad. Escucho.
Aggeusz: Gracias que me haya podido reunir contigo. Después de la primera reunión contigo mi vida tomó impulso. Tenías razón, mi pregunta no fue lo que yo estoy haciendo aquí y para qué estoy aquí. Cuando regresaba a la casa estaba tan feliz. Ahora vivo mucho mejor y recientemente me di cuenta de que me cambié mucho y quisiera darte las gracias por el Brazalete, por el que la última vez no alcancé a agradecer.
EN-KI: Y no pasa nada, Aggeusz. Lo importante es que estás feliz por el hecho de tener este Brazalete, eso es muy importante. Tu alegría es así para mí como dar las gracias. Escucho.
Aggeusz: ¿Cuándo será así en la Tierra, que nos guiaremos por los valores, así como por ejemplo, leí en el libro “Conversaciones con Dios”? Simplemente en este momento siento como sí el ambiente fuera sofocante en la Tierra. En estos valores que todos aquí presentan, simplemente, pues se siente para mí que aprieta.
EN-KI: Oh, no sólo para ti Aggeusz es sofocante y apretado, porque aquellos los que están empezando a pensar, se les empieza a ser difícil ver este absurdo y el comportamiento humano. Escucho.
Aggeusz: ¿En la próxima vida voy a poseer este conocimiento acerca de ti y de Dios? ¿O también voy a tener que buscarla y alcanzar la verdad?
EN-KI: No tendrás que alcanzarla y buscarla, porque para los que han digerido este conocimiento sobre la espiritualidad, la verdadera, ¡la memoria se preservará!
Aggeusz: Entonces me alegro, muchas gracias. Tengo esta pregunta, ¿y quién era Krishna?
EN-KI: Nuestro enviado.
Aggeusz: Y eso fue hace mucho tiempo, ¿cierto?
EN-KI: Depende de cómo se cuente este tiempo terrenal.
Aggeusz: Pues, a mí, como para mí.
EN-KI: Para nosotros eso es un momento, así como Dios lo dará, al igual que a otros de nuestros enviados del Planeta de Orión. Escucho.
Aggeusz: Y tengo todavía una pregunta, EN-KI, ¿qué cayó en Rusia en el año 1908 en Tungusk? ¿Eso realmente fue sólo un cometa?
EN-KI: Tonterías, Aggeusz. Ahí se estrelló una nave espacial y además fue una nave que precisamente quería aterrizar. Territorio virgen, bastante lejano de los asentamientos humanos, así que no habría ningún daño. Y que el ejército haya interceptado que en ese terreno iba a aterrizar, pues ahí fueron. Se sabe que Rusia ya como tal, tenía esa arma, y que la nave estaba lo suficientemente baja, que fue posible dispararle, y entonces le empezaron a disparar. Se sabe que la velocidad de tal nave que está cayendo es unas cuantas veces mayor que la velocidad del Boeing más grande de hoy, así que eso ha provocado precisamente tales estragos. Todos ellos murieron, de aquella nave, la misma nave fue desmontada rápidamente y permanece en una base secreta – armada, pero después de todo sin saber el código no la van a echar a andar. Así que eso es como una atracción para el ejército y dijeron que se trataba de un meteorito. Algo se le tenía que decir a la gente. Los testigos presenciales que vieron toda la situación, por supuesto, ¿qué crees, qué pasó con ellos?
Aggeusz: Pues, ellos ya no están.
EN-KI: Huy, no están desde hace mucho tiempo.
Aggeusz: Ellos les ayudaron a salir de este mundo.
EN-KI: Los testigos de todo esto ya tampoco están, ni siquiera el ejército que trabajó con el desmantelamiento de aquel vehículo, también se han trasladado a este otro lado nuestro, a “petición propia”. Te sigo escuchando.
Aggeusz: Tengo todavía esta pregunta, ¿si soy un espíritu joven, entonces soy poco consciente?
EN-KI: No, puedes ser un espíritu muy joven, y la conciencia la puedes tener enorme. Muchas veces es así que el espíritu es muy viejo, y en este cuerpo presente es muy estúpido y no hay ningún acceso a él – sólo llevarlo, y después de nuevo enviarlo a la Tierra. Y contigo es de manera opuesta, una mente con ahínco, aunque el espíritu no es viejo. Así que tranquilo, ya no te preocupes de ello, hay más vida ante ti. Escucho.
Aggeusz: Gracias. ¿Después de la muerte reconocemos el alma de la familia? ¿Es esto importante ahí para nosotros, alguna simpatía sentimos entre sí ahí?
EN-KI: No necesariamente, Aggeusz. Ahí hay mucho más movimiento todavía que aquí en la Tierra. Algunos se van y otros llegan y así, así es el movimiento. A menudo a eso se le llama como la sala de espera antes del siguiente viaje. Si por la familia que antes murió, la que todavía está ahí, ustedes ¿sienten algo? Simpatía, simplemente ya sólo simpatía. Pero con frecuencia, porque el Mundo Espiritual es tan extenso que incluso muchas veces no logran encontrarse. ¿Entiendes?
Aggeusz: Sí.
EN-KI: Y ya unos se van a la Tierra, el movimiento es enorme. Escucho.
Aggeusz: Los muertos, estas almas, ¿ven lo que nosotros hacemos aquí en la Tierra, lo que estamos tramando? – por así decirlo.
EN-KI: Lo ven…, huy ven y si pudieran, entonces todos los días les darían azotes…
Aggeusz: De ninguna manera me sorprende de ellos.
EN-KI: …por este comportamiento, pero pues, ellos Aggeusz, son impotentes, sólo pueden retorcerse las manos por lo que la gente está haciendo. Con frecuencia ellos mismos al preparar un plan de la vida, cuando tienen que bajar a la Tierra, cuando ya están en la Tierra este plan se cambia y se convierten en tales mismas personas que los que viven en la Tierra. Eso es muy complicado, pero precisamente aquí es donde juega un papel la libre voluntad, y pues la razón también. Y si los seres humanos tuvieran en parte limitada la libre voluntad, entonces creo que a nosotros nos sería más fácil de pasar la sugerencia de cómo vivir, cómo actuar para evitar muchos errores. ¿Entiendes?
Aggeusz: Sí.
EN-KI: Escucho.
Aggeusz: Esa ya fue mi última pregunta. Te agradezco mucho por haber tenido otra vez una reunión y trataré de ponerme en contacto contigo personalmente, directamente.
EN-KI: Y me alegro mucho.
Aggeusz: Voy a tratar de llegar de alguna manera.
EN-KI: Y para que puedas así personalmente, entonces ante todo debes estar silenciado. Te voy a dar un consejo: ya sea durante la meditación, o incluso puedes enfocar la mirada en algo específico, en el fuego por ejemplo, en algo verde, en los árboles y entonces trata de conectarte conmigo. Entonces haz una pregunta y espera la respuesta. La respuesta puede no venir de inmediato, pero la puedes obtener en la noche en un estado medio dormido, o en el sueño, pero voy a tratar de establecer, Aggeusz, contigo el contacto, porque eres tan sincero como pocos en la Tierra. Por eso vale la pena que me convierta para ti en esta ayuda, el maestro, el pilar sobre el que te puedas apoyar. Así lo decidí, Aggeusz, y así lo vamos a mantener. ¿Qué dijiste que ésta era la última pregunta?
Aggeusz: Sí, se me vino todavía una pregunta, por la que recientemente he recibido regaño.
EN-KI: ¿De quién?
Aggeusz: Pues, de mi esposa entre otras cosas, porque le dije lo que pienso sobre ciertas cosas.
EN-KI: Yo tengo en mente, Aggeusz, la sinceridad hacia mí…
Aggeusz: Sí.
EN-KI: …y no hacía tu esposa, porque en realidad puedes – cuando serás demasiado sincero – entonces puedes “accidentalmente” con una sartén o rodillo recibir un golpe en la cabeza. Así que a veces ante las mujeres es necesario guardar silencio. Yo también estaba haciendo así cuando estaba en la Tierra para la así llamada “santa paz”. ¿Entiendes?
Aggeusz: Entiendo. Y además de todo eso, de que voy a tratar de leer tus señales, entonces, ¿puedo tener alguna señal así delicada? Una típica, alguna terrenal, no sé – alguna seña, un tris de dedos, no sé.
EN-KI: No sé, Aggeusz, vamos a ver.
Aggeusz: Algo que fuera, para que fuera más tangible, físico, y no solamente… Para que yo tuviera una mayor seguridad de…
EN-KI: Si vas a oír mi voz, esa ya es una forma física, eso ya es casi tangible. Presentarme ante ti no puedo, porque se nos prohíbe, sobre todo en los últimos tiempos, pero dar señales – eso se nos permite, así que voy a hacerlo, voy a tratar de inventar algo, pero tú permanece alerta. ¿Entiendes?
Aggeusz: Entiendo.
EN-KI: Sí, ¿alguna otra cosa todavía o terminamos?
Aggeusz: Terminamos, entonces doy las gracias una vez más por todo.
EN-KI: Yo también a ti, Aggeusz, doy las gracias por esta reunión, por tu venida y por tu corazón abierto. Yo, EN-KI, agradezco.
Aggeusz: Gracias.